Un jardín en primera linea de playa, al amparo de una vivienda de veraneo recientemente rehabilitada.
Se trata de una actuación conservadora en parte con el jardín original de la vivienda que se completa y mejora con la implantación de nuevas especies que aportan distintos matices.
Se han respetado los elementos vegetales de valor, destacando la presencia del seto de Ciprés, modelado por el viento y el paso de los años.
Inspirado en las plantaciones espontáneas de las zonas de costa, con texturas ligeras y follajes finos, se plantean una serie de parterres informales con especies como la Gaura, Iris, Eriostemom, Erigenon, Dimorfotecas, especies con floración estival… y un seto medio con Nandina domestica,que acompaña el nuevo cerramiento de acero corten.
En la zona trasera y lateral, al resguardo de la vivienda, el jardín cambia su carácter, se presenta más umbrío, con helechos y hortensias que aportan una ambiente lleno de frondosidad.